Para ir mitigando cada día más, el flagelo de la corrupción en Panamá, pudiéramos hacer lo que sigue, como idea:
· Una mejor rendición de cuenta de parte de los funcionarios que ejercen mando y jurisdicción.
· Una mejor fiscalización de parte de la Contraloría, sobre los actos de manejo de fondos y bienes públicos.
· Una mejor política jurídica en cuanto a las adquisiciones de bienes y servicios.
· Una adecuada estrategia de información, sobre la necesidad de cultivar los valores, en la comunidad.
· Una política gubernamental que tienda a fortalecer a la familia, como el principal núcleo en la sociedad.
· Permitir en mejor medida a la sociedad, a que participe en calidad propositiva, en las políticas de estado.
· Incentivar al funcionario a que cumpla el código de ética de su entidad y a las empresas particulares a crearlo.
· Fortalecer las vías, para que los medios de comunicación social, puedan seguir divulgando, sin presión alguna, los hallazgos que encuentre, de manera veraz y objetiva.
· Motivando a los ministros de Estado y a todos los directores y administradores de entidades, a hacer pública su declaración jurada de bienes patrimoniales, para que el pueblo las fiscalice.
· Modificando la ley 35 de 2013 que redujo los términos de prescripción para el enriquecimiento injustificado, peculado y los delitos patrimoniales contra cualquier entidad pública.
· Modificando la ley 59 de 1999 para que permita la fiscalización ciudadana, de las declaraciones jurada de bienes patrimoniales, de todos los funcionarios con mando y jurisdicción.
· Que por transparencia, la Corte Suprema de Justicia, suba a la web, la cantidad de los expedientes que estén en los despachos de los magistrados de la Corte Suprema, así como el tiempo en que están allí.
Deja un comentario